CRONICAS VASALOPPÉDICAS II:

Subo lo que puedo. Eso de las video-grabaciones es algo que no ha dado el esperado resultado, no obstante y aunque es una chapuza, subo lo que ha subido.
Escribo desde Perpignan, y la cosa no va segun estaba previsto. Tenia calculado Barcelona-Perpignan 250 km, y han salido 375 km. De seguir asi llegaré muy justo a la carrera. 
MARTES 23
 

LUNES 22
                                     

DOMINGO 21 - NOV - 2010        DIA 8
AMPURIA BRAVA - ROSAS , Cadaqués , CABO DE CREUS

CRÓNICAS DE LA VASALOPPET I: Dos dias en Barna.

DOMINGO 14 NOV 2010
He salido, y he llegado, pero no he terminado ... ¡Todo a comenzado!
Parece que esa sensación de, ¡¡uf, que alivio!! Que sentía cuando me sentaba en el asiento de un avión, desgraciadamente comienzo a sentirla también en el barco. Donde si que saco ventaja en el barco es en no tener que desmontar, y empaquetar la bici, de hecho entramos en el barco en armónico binomio.

Suelo ir al puerto en bici por Vía Ronda, para un día que atravieso Mahón para bajar por Ses Voltes, y llegar lo más rápido posible a la Terminal, el barco esta “aparcado” en el otro lado del puerto. Si bajase por Vía Ronda lo hubiese visto a la primera.
Llego al barco y otra vez vuelta a la Terminal. En la agencia no me dijeron que tenía que canjear el billete por la tarjeta de embarque, y yo tampoco lo sabía.

Sorpresa en la Terminal, me descubren interesadamente que tengo el D.N.I. caducado. Resulta que solo esta caducado para el descuento de residente, para nada más. Tengo que pagar lo mismo que por el billete, los 21€ se combierten en 42€

Hace días, cuando estuve en la comisaría y me identifiqué con el, nadie puso peros a este respecto, repito, ¡en la comisaría de Policia!, conclusión. Una mera artimaña para sacar unos “cuartos” más …
¡¡¡Hay que colaborar hay crisis!!!, pongo mi granito que es un poco grava más que grano.

El viaje mucho mejor de lo previsto. Me encontré con un amigo, al que aprecio mucho, de mi época Bellver. Tenía pendiente con él una cerveza desde hace más de un año, ¡quien me lo iba a decir a mi!, el  barco la saldé.

Primer olvido.
Nada más salir del barco, la foto pendiente del monumento a Colon, o Colom, por si las dudas. El año pasado la hice, pero chapucera quedó. En ese momento descubrí que se había quedado olvidado en el barco el cargador de baterías , y una de ellas.
No fue complicado recuperarlo.


LUNES 15 NOV 2010

EQUANIMIDAD:  Creo que todos tenemos la costumbre de esperar que encontremos las cosas tal como las hemos dejado. Es bastante razonable, la cosas no tienen patas para moverse por si mismas, aunque también es razonable tener en cuenta que otros si las pueden mover.
Creo que esa costumbre también la extrapolamos a las situaciones, y eso ya …
Las situaciones no las dejamos de alguna manera, pues no las dejamos nosotros, nosotros hemos pertenecido a ellas. Tampoco es que las situaciones tengan movilidad por sus extremidades. La situaciones son la esencia de la movilidad. Son un compendio de energía de todas las personas involucradas en ellas, de sus deseos, de sus frustraciones, logros, de sus otras situaciones que inciden en  nuestras situaciones …
Si a veces nos cambian de sitio un libro, ¿Cómo podemos esperar que las situaciones permanezcan igual después de un año?, y lo hacemos. No solo lo hacemos, sino además nos coge a contrapie cuando descubrimos el cambio.

Hoy fui a “calzar” la bici al mismo sitio del año pasado. Pasó un año, pero ese año en mi recuerdo fue un lapsus, fue como amnesia. El último recuerdo fue el buen ambiente que viví allí hace un año. Hoy he despertado de esa amnesia y he descubierto que ha pasado un año. La situación a cambiado, ha habido cambios en los actores de la situación, pero hay algo que no ha cambiado …
¡tengo la bici con gomas nuevas!

PREPARATIVOS VII: Soltando lastre

Poco a poco voy avanzando. Me he organizado, por las mañanas preparo las cosas físicas del viaje. A medida que las preparo tambien dejo listas las de vaciar el piso. Algo que llevo en la bici, es algo de lo que ya no me tengo que preocupar al vaciar el piso, y dejarlo con alguien.
Una cosa que me va a quitar un peso de encima grande, es subir estos dos vídeos, y olvidarme ya de este tema ..
¡Una cosa menos!

VIDEO T.C. I: Comentaba hace unas entradas de la técnica que ido desarrollando para simular el entreno de esqui de fondo, estilo clásico.  T.C. Técnica Cicli, con solo dos letras y dos puntos me ahorro todo este micro-parrafo, "técnica clásica de esquí nórdico con patines en línea"
Aqui teneis una introduccíon a la misma.


VIDEO T.C. II: Pensé hacer un solo vídeo con las tomas de los dos días, pero eso sería complicar mucho las cosas. De esta manera, aparte de ganar tiempo, creo que se aprecia mejor el cambio con unos días de práctica.

PREPARATIVOS VI: Primer regate a mis limitaciones.

DOMINGO 7 de noviembre.
Hace dos meses que no estoy bien. La cabeza no marcha como de costumbre, aunque eso de bien …¿Cuando me va bien?
Ya hice mención a ello en estas dos entradas, (enlace 1, enlace 2)
Como algunos ya sabréis, la parte que más me cuesta en un viaje en bici, es levantar el campamento todos los días. Ahora tengo que enfrentarme a dos situaciones, simultáneas, y mucho más exigentes que levantar un campamento.
Tengo que montar la bici por primera vez, lo que es bastante más trabajo que levantar un campamento. Revisar todas las cosas que llevaré, prepararla todas y dejarlas listas. Levantar un campamento “solo” es recoger, y que no se olvide nada. Por otro lado tengo que levantar un macro-campamento ...
¡Tengo que vaciar el piso!
Sacar todas mis cosas de donde he estado viviendo los dos últimos veranos. La mayor parte del presupusto de "Mi vuelta al mundo en bici, ..." sale de no pagar vivienda en el invierno. La naturaleza suele ser generosa para los que decidimos cobijarnos en ella.

Hacer cualquiera de estas dos cosas me supone poner a prueba mi capacidad de concentración, ya de por si escasa. Llevarla hasta sus limites. Hacer estas dos cosas a la vez, es rozarlo o incluso superarlo. Pero hacerlo sin estar bien “de cabeza”, entonces …
¡En este caso ya se ha superado el límite!

Tenía previsto arrancar esta semana, la que termina hoy domingo 7 de noviembre. A estas horas tenía que estar navegando en el barco rumbo a Barcelona, pero no estoy allí dentro, estoy en Sa Roca, en medio de Menorca.

Hace dos días me di cuenta que empeñarme en salir de la isla hoy domingo, era lo mismo que coger todos los boletos para el sorteo del fracaso. No cogería el barco por que no sería capaz de dejar vació el piso, perdería el dinero del billete, pero eso no sería lo peor. Lo peor es que volvería a sentir esa sensación que tantas veces se ha manifestado en los viajes que hecho hasta ahora. Esa sensación de impotencia. Esa sensación de sentir que mis pretensiones están por encima de mis capacidades. (enlace 1, enlace 2)

He tomado un decisión que considero sabia. No saldré el domingo, o sea hoy, y emplearé ese tiempo en recargar energía. ¿Cómo?

He venido a pasar el fin de semana al Centro Budista Kadampa de Sa Roca.
Necesito alejarme físicamente de mi casa, y de paso también mentalmente. El mero hecho de entrar en ella ya me recuerda el problema que tengo que afrontar, y para el que no tengo energía. Montar la bici, y vaciar mi casa.

LUNES 8 de noviembre
Parece que el "finde" en Sa Roca me ha venido bien. Solo ha servido para cogerle el ritmo a mi nueva vida, en armonía con mis limiutaciones.
Por la mañana he estado preparando mis cosas para los próximos 3, 4 ó incluso 5 meses. He dejado lista toda la ropa de la bici.
Organizo mi equipaje en varios grupos de cosas. El más numeroso se llama, "ropa de bici", ese ya esta listo. No se trata solo de coger y para la bolsa, siempre hay que coser, reparar desperfectos del año anterior. Las alforjas siempre piden un poco de "cariño", son muy "mimosas"
Voy a ir haciedo poco a poco, sin prisa pero sin pausa, sin marcarme fecha para salir. Supongo que a este paso, antes del domingo ya lo tendré todo listo.

PREPARATIVOS V: Primer éxito

El año pasado hice, bueno casi hice realidad uno de los proyectos del viaje, subir una crónica por día. "Un día una crónica" Una vez hecho, terminado el 4º viaje, me surguió la duda. ¿Mereció la pena tanto esfuerzo? No lo tuve claro, la crónica por día si, pero ¿el precio? Eso ya no tenía respuesta tan clara.

Hace días, bueno ya semanas, fuí al cine, y ví la solución al dilema. Subir todos los dias una crónica sin demasiado esfuerzo, una video crónica, al más puro estilo Avatar. He estado investigando la manera de hacerlo, y creo que es la solución al problema. Una crónica diaria sin demasiado esfuerzo.
Lo único que me interesa es la voz, las caras de "mongolín" que pongo son prescindibles. 
Cuelgo la que es la primera videograbación que me anima a seguir, para mi a sido un éxito. 
Ni es HD, ni estoy de pasarella, pero se entiende el mensaje.
 


Respecto a las caras de "mongolín" hoy me he encontrado en mi correo varios avisos de comentarios en la bitácora del ultimo viaje.  
Me han hecho sentir importante. Ser blanco de villanos cibernéticos, cobardes que tiran la piedra y esconden la mano. Que solo conciben un significado para la palabra trabajo, la de cambiar tiempo por dinero para uno mismo. Que no saben que hay gente que no solo trabaja por uno, que tambien lo hace por los demás, por lo menos eso creo ...
¡me ha hecho sentir importante!

En otras palabras. Cuando alguien despierta la envidia ajena, es por hacer algo que no esta impregnado por la mediocridad ajena.

PREPARATIVOS IV: "El Polar"


Acabo de mandar "el Polar" a revision, cambio de pilas y demás. Cuando lo veo con este aspecto se que me tengo que "compadecer de él"
En la foto mi actual S 725 X hace unos dias. 


"El Polar" ha sido parte importante de mi proyecto comunicativo desde que lo concebí, subir cada día una crónica, con la gráfica de cada etapa ...
¡cada vez tengo más claro que no estamos el uno a la altura del otro!
  En Estambul lo "convertí" en un G-shok Polar. Cuidarlo siempre fué
una prioridad, ¡mis "buenos cuertos" me costó!

En la foto mi antiguo y "requisado" S 725. Estambúl 2006. Las fotos "del Polar" estan hechas sobre la mesa de la foto contenida en este enlace.



Que yo recuerde empecé a hacer deporte en el verano del 76. Tenía por aquel entonces 7 años, un chándal de algodón azul al estilo boxeador, el recuerdo de la olimpiada de Montreal en la “tele”, con Vasiliy Alekseyev, levantando una barra …,
o colgando de ella. Depende de la toma.

No empecé a hacer deporte “en serio” hasta el 87. Entiendo por hacer deporte “en serio” a entrenar para conseguir un objetivo. Hacer deporte esporádicamente, por que me divertía, no lo considero entrenar. Eso es lo que hacía antes.

El triatlón de Avilés del 87 fue el detonante para que comenzara a entrenar “en serio”  Sobre lo acontecido en este tri, la parte mediática, no me extenderé. Quien quiera ampliar sus conocimientos le proporciono dos enlaces. (Enlace 1 , Enlace 2)
La parte personal me la reservo.

Empecé a entrenar con un entrenador de atletismo. Por aquél entonces no tenía ni idea de los principios del entrenamiento, pero me apasionaba, como siempre me ha apasionado, el “por que” de las cosas. Porque mi cuerpo se adapta al entreno, y aumenta su rendimiento.
Por aquellos años comencé a formarte como entrenador. No enumero mis títulos. Un título solo asegura que una vez se tuvieron los conocimientos necesarios para superar un examen. Se por experiencias vividas en exámenes, que a veces ni eso.
Que esos conocimientos lleguen hasta en presente es otra historia.
No enumero mis títulos, pues quien habla por escrito es una persona,  no un título. Quien me crea que lo haga por lo que soy, una persona, y no por los títulos que pueda exhibir  …
¡ahora no estoy buscando trabajo!

A mediados, finales de los 80 comenzó a introducirse el uso del pulsómetro. El primero que recuerdo era un Seiko, no era inalámbrico, llevaba un cable desde el receptor pectoral, hasta el reloj de pulsera. Nunca usé uno, pero se puede imaginar lo incómodo que debía de ser su uso sin ropa de manga larga.
Su uso no comenzó a generalizarse poco a poco, hasta la aparición de los inalámbricos. Cuando digo los inalámbricos es un plural de modestia, estoy diciendo “Polar”

Comenzaron a introducirse por el ciclismo. Siempre me llamó poderosamente la atención que un deporte tan extremadamente inmovilista, tan anclado a aquello de “algo esta bien hecho por que siempre se hizo así”, estuviese a la vanguardia en este tema. Paradojas de la vida.

Yo no tuve mi primer polar hasta que estrené década. No obstante conservo de años anteriores dos documentos que son especialmente valiosos en “mis archivos personales”

UNA DE ESAS GRÁFICAS:

A finales de los 80 ya había pulsómetros con memoria que guardaban los datos de los entrenos, y se podían extraer en forma de gráfica.  No era tan sencillo como hoy día. No todo el mundo tenía un P.C. en casa, pero tampoco se sacaba con una computadora.

Por aquellos años el sistema era “extrema tecnología”  La gráfica se hacía con una impresora de la misma casa Polar, era similar a la impresora de un datafono, de hecho utilizaba un rollo de papel, como los de una caja registradora.
Era “extrema tecnología”  pues nadie, como siempre hay excepciones, lo tenía en su casa. En este caso el sistema era propiedad del servicio de medicina deportiva de la Fundación Deportiva Municipal de Avilés.
Por dos veces uno de los médicos de la Fundación me dejó el Polar para ir a entrenar, el entreno habitual del medio día, después sacó la gráfica, las que veis. Recuerdo que me sentía un privilegiado, utilizando “extrema tecnología”, cosas no muy habituales por aquél entonces, y que seguro no le dejaban a todo el mundo. Me gustaba pensarlo.

OTRA GRÁFICA:


A mediada que fui sabiendo un poco más de ese “por que de las cosas”, en este caso como se adapta mi cuerpo a las cargas de entrenamiento, me di cuenta que eso de controlar la frecuencia cardiaca en los entrenos, era muy útil. Ahora lo sigue siendo, pero he pasado de conocer el relativismo en los estudios, a experimentarlo en vida propia. El control del entrenamiento mediante la Fc no es una excepción al relativismo.

Pasados unos años se pasó de la “extrema tecnología” a la tecnología casera. Se popularizaron los ordenadores personales, la tecnología de los Polar mejoró, se llegó a un punto en el que este tipo de control del entrenamiento era muy accesible a todo el mundo.
Yo no tenía computadora por lo que nunca me hice con unos de estos pulsómetros, pero siempre tuve ganas de uno.
En el 2000 las cosas comenzaron a cambiar. Por una serie de motivos, y sobre todo la red, empecé mi era informática.
Recuerdo que para escribir un folio, con más huecos que llenos, tardaba una hora, y yo quedaba agotado hasta el día siguiente.

Poco a poco me fui familiarizándome con la máquina, hasta que en 2006 dí un salto de gigante en lo tecnológico, y en lo emocional.
Me compré un ordenador portátil, y un pulsómetro conectable al ordenador, el Polar S725. Hice realidad esa ilusión que tenía cada vez que veía las gráficas que aquí comparto con vosotros.

Al principio estaba maravillado. Estuve 2 semanas estudiando las instrucciones, no muy bien traducidas, hasta que lo estrené. Les hice saber a los de Polar mi satisfacción, por su parte todo fueron facilidades para que pusiera medallas en su pecho …
¡estaba maravillado!

Pasados unos meses comencé en Estambul, La primera etapa de “Mi vuelta al  mundo en bici …” …semanas después me dejó tirado.
En el Sur de Turquía, concretamente en Bodrum, hablé con el servicio técnico, se había terminado la pila. Mala suerte pensé. Me aconsejaron traérmelo a España, y cambiarle aquí la pila. Tuve que comprar un reloj, y un cuenta, y además preocuparme de no perder “el Polar”

En el primer viaje por Patagonia también decidió “ir por libre” me volvió a dejar tirado.

En el segundo por Patagonia un tanto de lo mismo, pero a medio viaje. Tuve que volver a comprar un reloj, en Esquel, y un cuenta, en Bariloche. A raíz de este viaje “los pechos” comenzaron a encoger, no había medallas que colgar, y si explicaciones que dar.

No cuestiono en absoluto la buena voluntad que Polaribérica haya intentado, pero …
Recuerdo. “En caso de accidente no me quiten el casco” Recuerdo la cantidad de parapléjicos que hay, no victimas de su accidente, sino de bien intencionados.
Uno de estos actos de buena voluntad es repararme “el Polar” estando en garantía y no cobrándome nada.
Otro acto de buena voluntad fue “requisarme” sin consulta previa mi S725 y mandarme el S725X sin libro de instrucciones.  Me molestó y mucho dado que no es la primera vez que me ocurre, no con Polar, que otros tomen decisiones que me competen únicamente a mi. 
Cuando se alcanza el zénit del despropósito comercial es cuando tengo que leer, que soy un desagradecido por que me reparan el reloj y no me cobran nada. En ese momento tocamos techo.

Recuerdo un amigo y además jefe que antaño que me dijo, “cuando vallas a hablar cuenta hasta tres, si después sigues con ganas de hablar hazlo, sino calla”

Tuve ganas de hablar en diciembre del año pasado, y callé. En diciembre escribí la carta que resume, o resumía mi estado emocional, y callé. No la publiqué.
No conté hasta tres, esperé semanas y meses, dí un plazo largo para no perjudicar a nadie inútilmente, pero a mediada que avanzo en el viaje de la vida, poco a poco, cada vez veo menos difusa la línea que separa el ser bueno, del ser bobo.

En diciembre del año pasado estuve en la oficinas centrales de Polar. Quería que me explicasen, mirándole a los ojos “al epistolario electrónico”,  eso de que por que soy un desagradecido. Llegué un viernes de tarde, solo había una persona, me atendió en la puerta. En la puerta como a esas personas, animales y cosas a las que no se les deja pasar.  Esa persona tenia prisa, pero mi reloj corre igual dentro que fuera.

Quería saber de una vez por todas, ahora ya lo se y la repuesta es NO, si “el Polar” mi Polar es un aparato a la medida de mi proyecto. Esa persona me aseguró que si, se equivocó. El año pasado también me dejó tirado. 5 viajes y no ha terminado ninguno …
¡me ha dejado tirado en todos!

Se por experiencia profesional propia, ajena, y por la teoría, que es el vendedor quien debe de limar las asperezas con el cliente. En este caso el cliente tuvo lo iniciativa de limar asperezas y dirigirse físicamente al vendedor, resultado. Ser tratado como esas personas, animales y cosas que se dejan a la puerta.

No pasó mucho tiempo desde el final de la conversación a la puerta, y mi terapia. Me sentí mal, bastante mal, y comencé a hacer terapia. Esa terapia que consiste en coger cosas de dentro de uno, cosas feas, sucias y desagradables, y sacarlas fuera. Colocarlas ordenadamente en un papel, o en una pantalla de ordenador.
Solo tardé el tiempo que transcurre en ir desde la primera planta, a la cafetería.
Mi estado de ánimo era el que se puede interpretar al leer la carta, pero aún así no la publiqué …
¡conté hasta tres!

No quería perjudicar a nadie, aunque también quería publicarla, encontré una solución salomónica. La publicaré si me vuelve a dejar tirado.

Hola Alex:

Acabo de estar con los de Polar, de hecho te escribo desde el restaurante que hay debajo, donde he comido.
¡Que diferentes somos las personas!

Tanto ayer como hoy me habéis hecho sentirme importante. Me habéis dado cosas que son útiles en mi viaje sin que las haya pedido. El ahorro económico tiene su importancia, no lo negaré, pero no son más que unas pocas horas de mi trabajo. Lo más importante para mi es el apoyo moral, el saber que hay gente detrás que apoya mi proyecto con gestos concretos, no con una palmadita en la espalda.
Nunca he sido cliente vuestro por lo que no tenéis ninguna “obligación”, así y con todo me habéis hecho sentirme importante
¡Que diferentes somos las personas!

Acabo de estar con los de Polar de los que si soy cliente. Me he comprado  un pulsómetro suyo que no me a costado unas horas de trabajo, sino más de una semana. Me dejó tirado en Turquía, en Patagonia también. En España se volvió a estropear y me mandaron uno nuevo y diferente sin previa consulta, como si no fuera mío, y si de ellos. A los dos meses también “se fue de vacaciones” Así y con todo se me acusa sibilinamente de desagradecido por que se me repara sin coste alguno, portes incluidos, y me quejo. He ido en persona a la central, el responsable no estaba, pero aquello rezumaba soberbia. La soberbia de dejar en la puerta a un cliente que ha recorrido la distancia que sea para ver a un proveedor, cuando lo normal es que sea el proveedor quien visita al cliente.   Me da lo mismo que sea la hora de cerrar, es la misma hora a la puerta que dentro del local, los segundos pasan igual de rápido dentro que a la puerta.
La soberbia de arrebatarle algo de las manos a un cliente, sin ni siquiera pedir permiso. Creo que con semejante actitud, el seguir intentando un acercamiento es cruzar la barrera invisible que separa el ser bueno del ser tonto.
Te lo repito Alex …
¡que diferentes somos las personas!
GRACIAS a todos vosotros

NOTA DE NOVIEMBRE DE 2016:
A estas alturas puedo afirmar la falsedad de Javier Villareal, jefe del Servicio Técnico de Polar, cuando me dijo que si la pila no se cambiaban en el Servicio Técnico se estropearía en reloj.

Hace ya mas de un mes que la cambie en una relojería, y la primera sorpresa es que la que se quito era una Panasonic, exactamente igual que la que compre en una tienda para que me la instalara el relojero. Después de un mes del cambio el reloj esta funcionando perfectamente, incluso en combinación con la computadora.
Modelo de pila que lleva mi reloj, exactamente igual que la que saque gastada, y la nueva, las dos Panasonic.